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¿Qué es competencia intraespecífica y ejemplos?
La competencia intraespecífica ocurre cuando los miembros de la misma población necesitan hacer uso del mismo recurso de un ecosistema. Por ejemplo entre animales de la misma especie que viven en un mismo territorio en un mismo momento de tiempo y que compiten por territorio, apareamiento o sitio de nidada.
¿Cuáles son los organismos que compiten en forma intraespecífica?
Los individuos de las especies animales y vegetales pueden competir por sus alimentos, el agua, el espacio, la luz, la posibilidad de aparearse o cualquier otro recurso que puedan necesitar para sobrevivir y reproducirse.
¿Cuáles son las características de la competencia intraespecífica?
Características de la competencia intraespecífica A continuación se muestran algunas de las principales características de la competencia intraespecífica: Disminuye la contribución de los individuos a la siguiente generación, esto es, el crecimiento poblacional, debido a una disminución en su fecundidad y supervivencia.
¿Cuáles son los ejemplos de competencia intraespecífica por interferencia?
El territorialismo es uno de los mejores ejemplos de relación de competencia intraespecífica por interferencia, que consiste en que un área o territorio es defendida por unos individuos frente a otros (rivales). A continuación, se muestran algunos ejemplos de competencia animal:
¿Cómo afecta la competencia intraespecífica al crecimiento y desarrollo individual?
La competencia intraespecífica puede afectar al crecimiento y desarrollo individual. De hecho, cuando la densidad poblacional es baja, los individuos son más grandes y se desarrollan más rápidamente. Asimismo reduce las tasas de natalidad y fecundidad. Ayudando a regular, por tanto, el tamaño poblacional y la biomasa total de la población.
¿Cuál es el papel de la competencia intraespecífica en la selección natural?
A la luz de la teoría evolutiva darwiniana, la competencia intraespecífica tiene un papel protagónico en el mecanismo. Cuando pensamos en selección natural, es casi imposible no evocar la famosa – y errada – frase “la supervivencia del más apto”.