¿Qué problemas causan los CFC?
Los CFC no se destruyen en la atmósfera baja, así que logran subir hasta la estratósfera donde se acumulan y destruyen la capa de ozono. Son responsables de un gran agujero en la capa de ozono que hay sobre el Hemisferio Norte y la Antártica, descubierto en la década de los 80.
¿Qué son los CFC 11 y CFC-12?
El CFC-11 y el CFC-12 fueron usados ampliamente como propulsores de aerosoles porque no son inflamables, no son explosivos y no tienen propiedades tóxicas. El CFC-14 se ha usado para distribuir productos que contienen alcohol. CFC-113 se ha usado y se usa en aerosoles destinados a la limpieza.
¿Cuál de estos efectos es generado por la producción de Cfcs?
Los CFC son los principales responsables del adelgazamiento de la capa de ozono (agujero de ozono).
¿Cuáles son los principales contaminantes de la capa de ozono?
Las sustancias que agotan la capa de ozono (SAOs)
- Clorofluorocarbonos (CFC)
- Hidroclorofluorocarbonos (HCFC)
- Halones.
- Hidrobromofluorocarbonos (HBFC)
- Bromoclorometano.
- Metilcloroformo.
- Tetracloruro de carbono.
- Bromuro de metilo.
¿Dónde se acumulan los CFC?
Hay que tener en cuenta que los CFC no se acumulan en la superficie terrestre de ninguna forma, sino que todas las moléculas llegan a la estratosfera donde la luz UV-C los descompone liberando los átomos radicales de cloro.
¿Qué son los CFC y para qué sirven?
Además tienen unas propiedades físicas que los hacen muy eficaces como refrigerantes. Por todas estas características, los CFC son unos compuestos muy útiles comercialmente; con extensas aplicaciones como refrigerantes, gases propelentes en sprays y en espumas, aislantes, etc., e incluso como limpiadores por sus propiedades disolventes.
¿Por qué los CFC son tóxicos para los humanos?
Daño para el planeta y los humanos Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA, por sus siglas en inglés), los CFC no son tóxicos para los humanos y tampoco son inflamables.
¿Cómo afectan los CFCs a la piel?
El contacto de los CFCs con la piel puede provocar irritación epitelial, dermatitis o incluso congelación (en el caso de exposición a CFCs presurizados, como los presentes en refrigerantes). A su vez, la ingesta de CFCs puede ocasionar náuseas, vómitos, diarrea y otras alteraciones digestivas. Cómo evitar el deterioro de la CAPA DE OZONO