¿Qué hacen los pensamientos negativos?
Los pensamientos negativos lo único que hacen es quitarnos energía y arrebatarnos toda la fuerza y vitalidad que tenemos desde que nos levantamos hasta que nos metemos en la cama. Cuanto más me voy creyendo mis pensamientos negativos estos se vuelven más fuertes, arraigándose a nuestro estilo de pensamiento y es mucho más difícil evitarlos.
¿Por qué es tan difícil desactivar los pensamientos negativos?
Una estrategia que suele generar todavía más pensamientos negativos, en este caso respecto a nuestra capacidad de auto-control y a nuestro cuerpo. Con este tipo de pensamientos se da otro fenómeno curioso: incluso aunque seas consciente de que tienes que olvidar ese pensamiento, es muy difícil desactivarlo.
¿Cómo acabar con los pensamientos positivos?
La plasticidad neuronal, que cada vez conocemos mejor, demuestra que el cerebro es voluble: todos podemos acabar con los ANT y poner en su lugar pensamientos positivos. Pero para ello, lo primero que tenemos que hacer es identificar estos y entender que se trata de pensamientos de los que no somos responsables (al menos no de forma consciente).
¿Cómo afecta el pensamiento negativo a nuestras conductas?
El pensamiento negativo en ocasiones duele y en muchas otras condiciona nuestras conductas. Puede hacernos actuar de manera desesperada cuando no hay necesidad o incluso incentivar la posibilidad de tirar la toalla cuando por recursos y habilidades todavía tendríamos mucho que decir.
¿Cómo afectan los pensamientos negativos a nuestra salud mental?
Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago Sobral. Los pensamientos negativos son aquellos que nos inducen miedo, ansiedad y estrés. Por tanto, pueden causarnos grandes malestares psicológicos, afectando significativamente a nuestra salud mental.
¿Cómo afectan los pensamientos negativos a los seres humanos?
En su opinión, estos pensamientos negativos sabotean lo mejor de nosotros mismos y, si no sabemos controlarnos, acaban creando una situación de inseguridad, ansiedad e ira que, a su vez, genera nuevos ANT. Un círculo vicioso del que no es fácil salir, en el que los pensamientos negativos se repiten una y otra vez.