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¿Qué es una competencia transversal laboral?
Una competencia transversal es una característica de la persona que entra en juego cuando responde a una petición del entorno organizativo y que se considera esencial en el ámbito laboral para transformar un conocimiento en comportamiento.
¿Que se entiende por competencias transversales?
Por competencias transversales entendemos aquellas capacidades, habilidades y aptitudes que nos hacen eficaces a nivel profesional. Se trata de poner en práctica el conocimiento, la experiencia y capacidades necesarias para el buen desarrollo de una actividad. Incluyen rasgos y valores personales.
¿Cuáles son las competencias básicas transversales?
Las competencias transversales son aquellas que recogen varios aspectos genéricos como son los de conocimientos, habilidades, destrezas y capacidades que debe tener cualquier persona, antes de ser incorporado al mercado laboral (Martínez y Cegarra, sf).
¿Cuáles son los diferentes tipos de habilidades laborales?
Tipos de habilidades laborales. Los conocimientos técnicos son fundamentales para desempeñar un puesto de trabajo, pero lo son, de igual manera, las habilidades profesionales y las habilidades sociales de cualquier empleado. Ambas son relevantes para crear un buen clima de trabajo que aumente la productividad de sus trabajadores.
¿Cuáles son las habilidades laborales de un prospecto?
Para la correcta ejecución de deberes es necesario que el prospecto cumpla con ciertas habilidades laborales que le permitirán cumplir sus objetivos y metas. Las habilidades laborales son todas las competencias y aptitudes con las que cuenta un sujeto, a fin de ejecutar, plantear y proponer salidas eficaces en pro de los propósitos empresariales.
Entre las habilidades sociales que todo buen trabajador debería tener destacan: 1 Empatía. 2 Saber escuchar. 3 Liderazgo. 4 Flexibilidad. 5 Optimismo. 6 Confianza. 7 Capacidad de comunicación. 8 Ser capaz de convencer.
¿Cuáles son las habilidades blandas?
Se llaman, también, habilidades blandas y permiten a la persona adaptarse más fácilmente al entorno laboral, a la cultura de la empresa o las dinámicas con el resto de empleados. Algunos ejemplos: la capacidad de trabajo en equipo, la resolución de conflictos, la escucha activa, la proactividad…