¿Qué es lo que nos hace llorar?
Esto se da para suplir ciertas necesidades que tenemos como seres humanos. Lloramos para comunicarnos, equilibrar nuestra salud y emociones y para mantener sanos nuestros ojos. Desde bebés, cuando nacemos, un llanto incontrolable nos domina. Este cumple con la primera función: comunicarnos.
¿Por qué las lágrimas son saladas?
La sales son absorbidas por los intestinos tras las ingestas de alimentos y líquidos, pasan al torrente sanguíneo y luego llegan a las glándulas lacrimales, donde las lágrimas se forman. Análisis químicos de lágrimas han señalado que entre otros componentes había una gran cantidad de cloruro de sodio, es decir, sal.
¿Cuando un borracho llora?
“Este se adapta y es cuando se produce la adicción”, explica el experto, “se llega a un momento en el que el alcohólico ya no bebe para obtener placer y relajación, sino porque es la única forma de estar normal, de reequilibrar su química cerebral.
¿Cómo escoger entre las lágrimas y la risa?
Las lágrimas son la sangre del alma. A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre las lágrimas, y entonces hay que saberse decidir por las más hermosas. Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece.
¿Por qué nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas?
Dios sabe que nunca hemos de avergonzarnos de nuestras lágrimas, porque son la lluvia que limpia el cegador polvo de la tierra que recubre nuestros corazones endurecidos. No os diré: no lloréis; porque no todas las lágrimas son amargas.
¿Cuáles son las dos especies de lágrimas que tienen los ojos de la mujer?
Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho. Cada lágrima enseña a los mortales una verdad. Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.
¿Qué enseñan las lágrimas a los mortales?
Cada lágrima enseña a los mortales una verdad. Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar. Desprecia al hombre orgulloso que se avergüence de verter lágrimas. Si lloras de alegría, no seques tus lágrimas: las robas al dolor. El ojo ve bien a Dios solamente a través de las lágrimas.