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¿Qué es la piedad como el don del Espíritu Santo?
El don de piedad nos impulsa a tratar con inmenso respeto a quienes nos rodean, a compadecernos de sus necesidades y a tratar de remediarlas. El Papa a propósito del evangelio de hoy dijo: “¿Quién nos separará del amor de Cristo? Cristo ha vencido y su victoria es la nuestra.
¿Cómo se expresa la piedad hacia Dios?
En el Antiguo Testamento, la palabra piedad era vista como misericordia ya que a través de la lectura podemos encontrar frase como ¡oh Dios, ten piedad de mí!, en cambio, en el Nuevo Testamento el término piedad se refiere a la obediencia de los mandamientos de Dios y el cumplimiento de la vida religiosa tal como lo …
¿Qué es la piedad según el Catecismo de la Iglesia Catolica?
Es el don por el que el Espíritu Santo nos concede decir “Abba” y gustar, sentir, experimentar el amor de nuestro Dios. Nos comenta el jesuita P. Vallés: “El don de piedad nos concede el don de sentirnos hijos. El don de tener a Dios por Padre y saberlo y disfrutarlo con paz doméstica y alegría filial.
¿Dónde se encuentra la piedad?
La Piedad del Vaticano o Pietà es un grupo escultórico en mármol realizado por Miguel Ángel entre 1498 y 1499. Sus dimensiones son 1,74 por 1,95 m. Se encuentra en la Ciudad del Vaticano….Piedad del Vaticano.
| Piedad del Vaticano Pietà | |
|---|---|
| Creación | Entre 1498 y 1499 |
| Ubicación | Ciudad del Vaticano |
| Estilo | Renacentista |
| Material | Mármol |
¿Cómo pedir el don de piedad?
Oración al Espíritu Santo para pedir el don de piedad Espíritu Santo, dame el don de piedad, que toda mi vida esté orientada a la gloria de Dios, que mi quehacer se resuma en postrarme y adorarle en todo momento y circunstancia.
¿Cuáles son los frutos del don de piedad?
Entre los frutos que el don de piedad produce en las almas dóciles a las gracias del Espíritu Santo, se encuentra la serenidad en todas las circunstancias; el abandono confiado en la Providencia.
¿Quién encarga la piedad?
La Piedad del Vaticano o Piedad de Miguel Ángel fue un encargo del Cardenal de Saint-Denis, Jean Bilhères de Lagraulas, cuyo propósito era colocarla en la basílica de San Pedro en Roma. Tal como era costumbre en el Renacimiento, el cardenal y el artista firmaron un contrato en el año 1498.