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¿Qué dice la Biblia en Romanos 2?
Romanos 2. Dios dará a cada persona según sus obras — Tanto los judíos como los gentiles serán juzgados por las leyes del Evangelio. 1 Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo, porque lo mismo haces, tú que juzgas.
¿Cuál es el justo juicio de Dios?
En la Edad Media en Europa se creía que Dios se expresaba mediante actos cuasi milagrosos. Uno de ellos era el llamado «juicio de Dios», que, en una de sus modalidades, obligaba a poner las manos en el fuego al acusado para demostrar su inocencia.
¿Qué significa la palabra juicio biblicamente?
Juicio (heb. generalmente mishpât, “decisión”, “derecho”, “justicia”. Término que se puede referir al proceso de juzgar (Deu 1:17; Isa 28:6; Mal 3:5), a la decisión judicial (Deu 16:18), a la sentencia (Rev 17:1), a las decisiones de Dios como las expresa su voluntad revelada (Psa 19:9), a la justicia en sí (ls.
¿Qué dice la Biblia sobre el juicio?
25 Versículos de la Biblia sobre el Juicio. Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas. No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. pero el Señor juzga los corazones.
¿Qué es el día del juicio?
¿Qué es el día del juicio? El día del juicio, también conocido como el Día del Juicio Final. Es lo último que sucederá antes que Dios destruya el cielo antiguo y la tierra antigua, ambos corrompidos por causa del pecado.
¿Qué dice la Biblia sobre la Corona de Justicia?
He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
¿Qué dice la Biblia sobre la condenación de los muertos?
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.