Por que nos sentimos atraidos por una persona?

¿Por qué nos sentimos atraidos por una persona?

Según los científicos, cuando nos enamoramos pesa mucho el compartir experiencias similares, el haber pasado por las mismas cosas, el tener gustos y valores semejantes. Es un buen modo de elegir un compañero/a para nuestra vida donde todos esos aspectos nos hacen más fácil y apasionante la existencia.

¿Cómo se produce la atracción entre dos personas?

La atracción interpersonal se considera un tipo de fuerza que nace de otras personas hacia nosotros; es decir, es un deseo que nos despiertan los demás, y que nos produce ganas de conocer a esas personas, de acercanos a ellas, de conversar, e incluso de mantener relaciones sexuales (en el caso de la atracción sexual).

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¿Por qué nos sentimos atraídos por otras personas?

¿Por qué nos sentimos atraídos por otras personas y qué es lo que significa? Según un nuevo estudio realizado por la Universidad de Indiana, es bastante probable que tu pareja sienta atracción por otras personas en este mismo momento. De hecho, existen bastantes posibilidades de que hayan tenido alguna que otra fantasía en las últimas 24 horas.

¿Es normal tener sentimientos hacia otras personas?

«La principal conclusión que aprendimos es que parece totalmente normal tener sentimientos hacia otras personas», decía Margo Mullinax, ahora doctora invitada de la Universidad de Columbia. Resulta una idea bastante revolucionaria.

¿Cómo aumentar la atracción hacia la otra persona?

Cualquier tipo de refuerzo, gratificación o experiencias sexuales positivas que se puedan dar durante la interacción con la otra persona, podrían producir un incremento de la atracción hacia la otra persona. Para no extenderme demasiado, en otro post os contaré algunas de las teorías que se esconden detrás de algunos de estos elementos.

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¿Cuáles son los términos que prefiero evitar cuando hablamos de deseo o de Relaciones?

Puntualiza, eso sí, lo siguiente: “Hay términos que prefiero evitar cuando hablamos de deseo o de relaciones. Cuando decimos que algo es o no sano, es o no es normal, le atribuimos el contrario inmediato.