Tabla de contenido
- 1 ¿Cuáles son las responsabilidades de los consumidores?
- 2 ¿Qué papel juega el consumidor final en la responsabilidad social empresarial?
- 3 ¿Por qué los productos de cualquier compañía deben ser seguros para los consumidores?
- 4 ¿Por qué las empresas deben respetar la competencia económica y Competitividad?
¿Cuáles son las responsabilidades de los consumidores?
Entendemos por consumidor responsable aquel que contempla la inclusión de criterios medioambientales, sociales y éticos cuando realiza la compra y/o consumo de cualquier producto o servicio.
El consumidor socialmente responsable se define como el consumidor ciudadano que no solo se interesa por satisfacer sus nece- sidades, sino que integra en sus decisiones de compra su preocupación por el medio ambiente y por las causas sociales.
¿Cuál es la responsabilidad social de las empresas ante los consumidores?
Estos aspectos enmarcan la responsabilidad social de las empresas ante los consumidores. Por un lado, deben tomar las medidas necesarias que eviten que sus actividades comerciales representen un riesgo a la integridad física de los consumidores o atenten contra la equidad en las relaciones de consumo.
¿Cuáles son los derechos de los consumidores?
Los consumidores tienen el derecho a saber qué contienen los productos, los riesgos que implican (si hay), cómo fueron fabricados y cualquier otro tipo de dato que pidan saber. El no querer divulgar esta información provoca sospechas y genera desconfianza entre las personas.
¿Por qué los productos de cualquier compañía deben ser seguros para los consumidores?
Todos los productos de cualquier compañía en el mundo deben garantizar ser seguros para los consumidores, la gente que vive a su alrededor y el planeta. Salud, bienestar y privacidad son los elementos más destacables, pero existen otros aspectos que deben ser protegidos y las empresas no deben ponerlos bajo riesgo. 2.
¿Por qué las empresas deben respetar la competencia económica y Competitividad?
Por el otro lado, las empresas deben respetar y fomentar la competencia económica y competitividad. En este sentido, es inaceptable que incurran en prácticas monopólicas o abusivas, que por su tamaño o poder de mercado incida en los precios y cantidades que se comercializan.