Tabla de contenido
¿Cuál es el papel de Jesús en la historia de la salvación?
Él predicó la salvación, la limpieza de los pecados, y el Reino de Dios, utilizando parábolas con imágenes sorprendentes, y se decía que era un maestro y creía en la curación de fe.
¿Cuál era el rol de Jesús?
Jesús de Nazaret, también llamado Cristo, Jesucristo o simplemente Jesús (provincia de Judea, Imperio romano; ca. -Jerusalén, Imperio romano; 30-33 d. C.), fue un predicador y líder religioso judío del siglo i. Es la figura central del cristianismo y una de las más influyentes de la historia.
¿Cómo aparece Dios en la historia de la salvación?
Pues Dios se revela primeramente en la historia de Israel, que conserva un sitio inalienable en la fe cristiana. En el seno de la historia, Dios mismo obra y habla. Fue él quien eligió a su pueblo para confiarle una misión en medio de las naciones. Dios, que siempre ama el primero (cf.
¿Cuál es la única manera de salvación de Jesús?
Dios nos salva al darnos la única manera de salvación, la muerte de su único Hijo, Jesús, sobre la cruz y Su resurrección de entre los muertos ( Romanos 5:10 ). Porque murió por nosotros y vuelve a vivir, así podemos morir físicamente y posteriormente vivir eternamente con Él.
¿Qué es la salvación?
La salvación es un regalo de Dios (Efesios 2:5, 8) que viene a nosotros solamente mediante nuestro Señor Jesucristo (Hechos 4:12). Recibimos la salvación por medio del regalo que Dios nos da, que es la fe (Efesios 2:8-9), al oír “las buenas noticias” del evangelio de la salvación (Efesios 1:13) y creer en él.
¿Cómo recibimos la salvación?
Recibimos la salvación por medio del regalo que Dios nos da, que es la fe ( Efesios 2:8-9 ), al oír “las buenas noticias” del evangelio de la salvación ( Efesios 1:13) y creer en él. Pero la salvación es más que solo decir “yo creo.”
¿Qué dice la Biblia sobre la obra de Salvación?
Cuando Dios voltea a vernos nos ve perdonados por la Sangre preciosa de su Hijo amado; somos santos e inmaculados en su presencia, ya que la Sangre de Cristo nos purificó de todo pecado y nos ha llevado hasta la perfección Heb 10,14. La obra de salvación no se limita a quitarnos nuestros pecados.