¿Cómo funciona la indiferencia?
Qué es la indiferencia La indiferencia es un conjunto de actitudes y comportamientos mediante los cuales no se muestra aprecio ni importancia hacia algún tema o persona. En este caso, hablamos de personas. Algunas personas utilizan la indiferencia como una forma de castigo hacia otra persona que les ha defraudado.
¿Cómo gestionar la indiferencia?
Hazle saber cómo te hace sentir esa indiferencia de su parte y pídele que te explique cuáles son los motivos que le han llevado a adoptar esta actitud. Sé prudente: es aconsejable que lo hagas poco a poco y de manera progresiva para evitar el efecto contrario y que esa indiferencia hacia ti aumente.
¿Cómo nos afecta la indiferencia y el maltrato?
Aquí tenemos algunos consecuencias: Baja autoestima. Obediencia nula a normas elementales. Baja empatía y poca tolerancia a la frustración.
¿La indiferencia funciona? Mientras que una persona asertiva pone en práctica la comunicación para el entendimiento después de un conflicto, la indiferencia se convierte en una barrera que muestra una mala disposición para el diálogo.
¿Cómo superar la indiferencia?
Es importante que aprendas a relacionarte con aquellas personas para las que tú también eres alguien importante emocionalmente hablando para que, así, te sientas valorado y escuchado. Con estos consejos podrás aprender a superar la indiferencia y conseguir sentirte mejor y defender tu dignidad y tu amor propio.
¿Cuáles son las características de la indiferencia?
La indiferencia está asociada a la insensibilidad, el desapego o la frialdad. Son estas características que se presuponen contrarias a la condición social que tenemos los seres humanos y que provoca que nos relacionemos unos con otros. “A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada”.
¿Cómo protegernos de la indiferencia?
“Mantenernos al margen” o “no esperar nada de nada, ni de nadie” es una manera de protegernos. En este caso, la indiferencia consistiría más que en un acto pasivo, en el acto activo de aceptar todo aquello que pueda pasar. Estar abierto a un mundo de posibilidades y aceptar que pueda ocurrir un suceso como otro.