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¿Cómo es el cerebro de un niño con TEA?
No obstante, el cerebro de los niños con trastorno de espectro autista muestra en su mayoría, alteraciones a la hora de procesar los estímulos sociales y emocionales. Ello no significa ni mucho menos que no sientan emociones, todo lo contrario. Las necesitan, y necesitan también sentirse amados, apoyados y validados.
¿Cómo es la memoria de los autistas?
Al margen de estas dos dificultades, los niños con autismo no mostraron problemas globales de memoria. Presentaban buena capacidad de aprendizaje asociativo, buena memoria de trabajo y buena memoria de reconocimiento.
¿Cómo afecta fisicamente el autismo?
Las personas con autismo tienen dificultades para percibir el dolor y otras sensaciones corporales, discriminar su procedencia, identificar las diferentes asociaciones de ese dolor o malestar. Eso hace que muchos problemas de salud se detecten tarde o cuando se han complicado.
¿Cuál es el cerebro de los autistas?
El área posterior del cerebro de los autistas está muy desarrollada. Las personas con autismo utilizan su cerebro de forma distinta que los demás, lo cual explicaría por qué algunos tienen extraordinarias capacidades para recordar y dibujar objetos en detalle.
¿Cuándo comienza el crecimiento excesivo del cerebro del niño con autismo?
Concretamente, se ha demostrado mediante estudios con resonancia magnética y estructural que el crecimiento excesivo del cerebro del niño/a con autismo comienza durante el primer año de vida, o incluso antes (Amaral et al., 2017; Kessler, Seymour y Rippon, 2016).
¿Cómo explicar las alteraciones cerebrales en el autismo?
Intentar explicar las alteraciones cerebrales en el autismo es muy complejo. El autismo es un trastorno que afecta al desarrollo cerebral – neurodesarrollo – y que produce dificultades en la comunicación y la interacción social. En neuropediatría, tras recoger los síntomas y signos que presenta el paciente, se busca su correlato anatómico.
¿Qué pasa con el cerebro de los niños con trastorno del espectro autista?
En el estudio llevado a cabo en la Universidad de Columbia, se pudo ver que en el caso de los niños con TEA, esa poda sináptica solo llegaba al 16\% y no al 50\%. El cerebro de los niños con trastorno del espectro autista presenta otro problema especialmente llamativo.