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¿Cómo cambia la forma de la cara con brackets?
Los dientes y el hueso maxilar son el soporte de los tejidos faciales, de la cara en definitiva. Por lo que en muchos casos el tratamiento ortodóncico, al variar la posición de los dientes, cambian también la posición de los labios y mejillas, este cambio es poco apreciable, de apenas unos milímetros.
¿Cuándo noto cambios con brackets?
El promedio se sitúa en los dieciocho meses, pudiendo darse por finalizado a los doce o extenderse a los veinticuatro. En los esporádicos casos de maloclusiones muy severas, se puede extender hasta los treinta y seis meses.
¿Cuáles son las consecuencias de tener tanto tiempo los brackets?
Más problemas gingivales. En línea con el punto anterior, al haber mayor probabilidad de que se acumule comida y que la limpieza oral sea deficiente, el riesgo de problemas gingivales o de las encías aumenta. Por ello, es frecuente que las personas que llevan brackets durante mucho tiempo tengan las encías inflamadas.
¿Cómo puede la ortodoncia cambiar la cara y los labios?
La ortodoncia corrige la posición de los dientes, por lo que su objetivo es, precisamente, provocar una modificación en la anatomía dental. No obstante, con este artículo vamos a despejar las dudas y explicar cómo puede este tratamiento cambiar la cara y los labios.
¿Qué es un tratamiento de ortodoncia?
Una nueva sonrisa es lo que muchos buscan con un tratamiento de ortodoncia. El principal objetivo de los brackets es alinear la dentadura, y en esto son muy efectivos. Pero muchos pacientes se preocupan por cómo lucen sus dientes con los aparatos y si se verán bien durante el tratamiento.
¿Cómo influye la posición de los dientes en el aspecto de los labios?
Como hemos explicado, la posición de los dientes repercute directamente con el aspecto de los labios. Antes de comenzar con cualquier tratamiento, en Ferrus&Bratos te haremos un estudio de ortodoncia para examinar las estructuras óseas y dentarias.
¿Cuál es el comportamiento de los labios en reposo y con los dientes cerrados?
Nos fijamos en el comportamiento de los labios en reposo y con los dientes cerrados. En este caso, los labios deben estar en contacto, cerrados. Si están abiertos, no cubren los dientes y no cierran la boca, son incompetentes. Esta incompetencia labial puede ser debida a: