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¿Qué causa el desequilibrio electrolítico?
¿Qué es el desequilibrio electrolítico? Existen muchas causas de un desequilibrio electrolítico, entre ellas: Pérdida de fluidos corporales por períodos prolongados con vómitos, diarrea, sudoración o fiebre alta. Dieta inadecuada y falta de vitaminas de los alimentos.
¿Cómo se pierden los electrolitos?
Usted pierde electrólitos cuando suda y debe reponerlos tomando líquidos que los contengan. El agua no contiene electrólitos. Los electrólitos comunes incluyen: Calcio.
¿Cómo se da el equilibrio de electrolitos?
Los obtiene de los alimentos que ingiere y de los líquidos que bebe. Los niveles de electrolitos pueden estar demasiado elevados o demasiado bajos. Esto puede ocurrir cuando se altera la cantidad de agua del cuerpo. La cantidad de agua que ingiere debe ser igual a la cantidad que pierde.
¿Cuáles son los síntomas de un desequilibrio electrolítico leve?
Un desequilibrio electrolítico leve no causa síntomas. Dichos desbequilibrios pueden no ser detectados hasta que son descubiertos por un examen de sangre rutinario. Los síntomas normalmente aparecen una vez que algún desequilibrio se vuelve grave. Entonces, un desequilibrio electrolítico puede acompañar a otros síntomas.
¿Cuáles son los diferentes tipos de tratamientos para el desequilibrio electrolítico?
El tratamiento varía dependiendo del tipo de desequilibrio electrolítico y de la enfermedad subyacente. En general, ciertos tratamientos son usados para restaurar el balance adecuado de minerales en el cuerpo. Estos incluyen: Líquidos intravenosos: generalmente el cloruro de sodio puede ayudar a rehidratar el cuerpo.
¿Cuáles son los trastornos del agua y electrolitos?
Los trastornos del agua y electrolitos pueden llevar a problemas del corazón, alteraciones neurológicas, mal funcionamiento de todo el organismo e incluso la muerte. Si presentas síntomas de deshidratación, debilidad y calambres puedes estar en riesgo de tener un desequilibrio del agua y electrolitos.
¿Qué es el trastorno alimentario compulsivo?
Cuando tienes el trastorno alimentario compulsivo, habitualmente comes en exceso (atracón) y tienes la sensación de pérdida de control sobre lo que comes. Puedes comer con rapidez o consumir más alimentos de los que tienes pensado, incluso cuando no tienes apetito, y seguir comiendo mucho tiempo después de sentirte demasiado lleno.