¿Por qué nuestros mecanismos de defensa entran en acción?
Nuestros mecanismos de defensa entran en acción cuando nos sentimos amenazados. Esto no necesariamente significa sentirse amenazado físicamente —más bien significa que estas estrategias psicológicas son prevalentes en entornos de alto estrés, cuando dudamos de nuestras habilidades y de pronto nos damos cuenta de nuestras propias deficiencias.
¿Por qué es tan difícil dejar de depender de los mecanismos de defensa?
Recuerda, los mecanismos de defensa son normales. Y, cuando los usas ocasionalmente, pueden ser de ayuda. Sin embargo, cuando tu mecanismo de defensa se convierte en un hábito que repites a diario, ahí es cuando puedes sabotearte en el trabajo. No lo voy a endulzar—dejar de depender de esos mecanismos de defensa es incómodo y difícil.
¿Cómo puedes evitar los mecanismos de defensa?
Libérate: ¿cómo puedes evitar los mecanismos de defensa? Recuerda, los mecanismos de defensa son normales. Y, cuando los usas ocasionalmente, pueden ser de ayuda. Sin embargo, cuando tu mecanismo de defensa se convierte en un hábito que repites a diario, ahí es cuando puedes sabotearte en el trabajo.
¿Cuáles son los mecanismos de defensa secundarios?
Mecanismos de defensa secundarios: por el contrario, estos aparecen durante las épocas tardías del desarrollo de un individuo. Se caracterizan porque preservan el criterio de realidad en las personas. Dentro de cada uno de los grupos generales de mecanismos de defensa, encontramos distintos mecanismos más concretos.
¿Cuáles son los mecanismos de defensa más recurrentes en el trabajo?
Una búsqueda rápida revela que existen muchísimos, así que vamos a explicar solo algunos ejemplos de los mecanismos de defensa más recurrentes en el trabajo. 1. Evasión Lema del mecanismo: voy a alejarme lo más que pueda de esa situación estresante.